Las tendencias no pueden estar al margen de la realidad social actual

Seguramente este no sea uno de esos posts que la gente espera encontrar en el blog de un arquitecto o diseñador de interiores en los cuales se habla de estilos, espacios, colores, texturas y demás…

Este es un post que expresa una opinión personal, la mía. La de una persona, habitante de este planeta, la cual siente un máximo respeto por el entorno y la naturaleza; en definitiva, por el que es nuestro hogar y fuente de vida.

Hace unos días leí en una página sobre arquitectura y tendencias que sigo en Facebook el siguiente titular “El nuevo maximalismo: cuando más es más en el diseño de interiores”, era un artículo en inglés publicado por un reputado arquitecto estadounidense, en el cual hablaba sobre esta nueva tendencia, totalmente opuesta al “menos es más” de mi admirado Mies van der Rohe.

En dicho artículo expone al lector esta nueva tendencia basada en el “más es más” más color, más textura, más materialidades, más elementos decorativos, … Y aquí es cuando leyendo este artículo mi razón colapsa….

Entiendo y defiendo, que la arquitectura y ligada a ella el diseño de interiores, son dos artes al servicio de la sociedad, es decir la cuales, bajo mi punto de vista han tenido y tienen un deber y una responsabilidad con la sociedad.

Hace tan solo unos días, algunas regiones de la comunidad valenciana han sido duramente golpeadas por un DANA, un fenómeno meteorológico que en esta zona puede traducirse en fuertes lluvias las cuales dan lugar a serios episodios de inundaciones; un DANA que ha aparecido tras uno de los veranos más calurosos de los últimos años y con alarmantes índices de sequía en nuestro país, digo nuestro país, porque es el ejemplo más cercano y que directamente más me afecta. No obstante, la historia se repite a lo largo de todo el planeta. Siendo más que obvio que estamos empezando a sufrir las primeras consecuencias del cambio climático producido por el ser humano.

El estilo de vida de los países del primer mundo, está saturando y colapsando los recursos del planeta, sumado a ello la producción masiva la cual deriva en una generación masiva de residuos la cual está convirtiendo el planeta tierra en un auténtico vertedero.

Y justo en este momento, cuando más deberíamos estar predicando “el menos es más”, las “nuevas tendencias”, me encanta esta palabra creada para generar nuevas necesidades en el comprador, dando lugar a un consumismo desmesurado; implantan o tratan de implantar, este nuevo estilo que se traduce en más demanda y producción con todo lo que ello conlleva: más recursos, más residuos, más materiales, más contaminación…. En definitiva, más contribución al cambio climático.

Seguramente debido a mis orígenes mediterráneos, soy una auténtica enamorada y defensora de los espacios visualmente limpios, inundados por la luz natural, de los materiales naturales, de la pureza de las formas, de lo autóctono frente a lo artificial, de lo vital y necesario, del blanco y de esos colores que encontramos en un paseo junto al mar….

Pienso que es hora de que como consumidores tomemos conciencia de nuestros actos y nuestras decisiones, que seamos compradores y promotores responsables, y que nos planteemos si realmente nuestra felicidad reside en poseer una vivienda o un interior de revista, o en saber que con estas pequeñas decisiones que tomamos cada día como consumidores estamos dejando a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos, no un planeta mejor que sería nuestro deber, sino como mínimo un planeta en el que puedan vivir.

Me gustaría terminar esta entrada tan personal con un proverbio griego que dice así:

“A society grows great when old men plant trees in whose shade they know they shall never sit”

“Una sociedad se engrandece cuando los ancianos plantan árboles en cuya sombra saben que nunca se sentarán”

Proverbio griego

 

Davinia Catalá Carrió